El Libertadores de América sigue sin terminarse

La polémica que genera la habilitación de la cancha de Independiente sigue abierta y cada vez son más las personas que se suman a la crítica. Tras varias discusiones en los medios de comunicación y diversos hinchas de otros equipos que se quejan por las condiciones en las que se encuentra la cancha, Luis Comparada, Presidente del Rojo, habló: “Se pudo corroborar junto a la Coprosede que la estructura se encuentra en perfecto estado de conservación y no presenta ninguna patología estructural ni material. Desde el día de la inauguración se vienen realizando ensayos en la tribuna y todos los resultados obtenidos son satisfactorios”. Sin embargo, hay muchas cosas que hoy en día no son aceptables en una Estadio de un club de primera y menos de un grande de la Argentina.

La cancha del Rojo hoy

Cuando se ingresa al Libertadores de América se observan en los bordes de las escaleras fierros, agujeros tapados con chapas. Una vez arriba antes de entrar a la tribuna se ve en el precipicio chapas y maderas de la obra en construcción que no ha finalizado. Los baños no tienen agua, después del reclamo de varios hinchas de Racing se logró que se pusieran piletas, porque tampoco tenían.
Una sola salida de 2.5 metros, es la encargada de desagotar a las más de 4000 personas que entran en la parte visitante y hay un alambrado endeble que no resistiría una avalancha. Ante incidentes a los que estamos acostumbrados normalmente en el fútbol local o la necesidad de un evacuamiento general ¿esa salida sería suficiente? Nicolás Conca, hincha de Racing, afirmó: “En un momento del partido gente de la policía y bomberos se acerco a un sector de la popular a pedir que dejemos de saltar porque la estructura había sufrido una grieta”

No sigue la construcción

Cuando sólo faltaba un mes para el inicio del campeonato, la construcción ya estaba parada. Y Ahora con los partidos que está disputando el Club de Avellaneda tampoco se puede seguir la edificación. Además de que no hay dinero para afrontar los gastos para terminar lo que falta.
Se aceleró la habilitación porque el “Rojo” no tenía quién le alquilara la cancha. Es así que antes de las elecciones Julio Comparada se esforzó para mostrarle a los socios lo realizado hasta el momento: dos bandejas para la platea y las dos populares. Se colocaron butacas, se improvisaron duchas y hasta se instalaron baños químicos para que se pueda comenzar a jugar.
Los organismos de seguridad habían pedido como condición para abrirla que los accesos con escombros no estuvieran más, que los sanitarios quedaran terminados y que haya mayor protección ante posibles caídas al vacío. Nada de eso sucedió. El estadio hasta el día de hoy está igual. Se pueden observar las escaleras tapadas con telgopor y algunas de las tribunas rajadas.