Reclamo de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación por un aumento salarial

“La única herramienta que tiene el trabajador es manifestarse pacíficamente, unidos en grupos, en representación de todo el país”, afirmó Gustavo Muñoz, uno de los obreros que pertenece a la Federación de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA).

Con el lema “Aumento de salarios ya!”, aproximadamente 4 mil trabajadores se juntaron ayer, sobre la Avenida 9 De Julio, frente al Obelisco, para ir hacia la Cámara Empresaria FIPAA (Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines) y reclamar por una mejora salarial. “Estamos acá para que actualicen los sueldos de la FTIA por parte de la cámara la cual se está negando a dialogar”, declaró Muñoz.

Javier Hermosilla, uno de los delegados de los trabajadores de Kraft, afirmó que votaron en asamblea un pedido del 35% de aumento de emergencia ya, agregando además que las paritarias deben disputar este conflicto acorde a la canasta básica familiar. “Se sigue discutiendo, ya fueron rechazadas dos propuestas de las empresas por parte del gremio, una era la suba del 18% y luego la segunda, del 25%, ambos fueron denegadas”, notificó Hermosilla reafirmando que esos acuerdos no son para nada favorables para los trabajadores y que si no hay un convenio en los próximos días, se tomarán medidas más fuertes.

Para Javier lo más importante es seguir luchando por la incorporación de sus compañeros y reclamar por estos aumentos que no son un capricho, sino una necesidad, ya que los salarios actuales no alcanzan. ”Son empresas multimillonarias, vienen facturando millones y millones de dólares, además se están expandiendo, tienen la plata como para darnos un aumento, no vamos a bajar los brazos hasta conseguirlo”, dijo Hermosilla mientras flameaba una enorme bandera blanca y verde.

Entre bombos, fuegos artificiales y banderines, los manifestantes marcharon dando la vuelta por las arterias principales de microcentro (Córdoba, Uruguay, Corrientes). Ni la lluvia ni el frío frenó a los operarios que, con una gran cantidad de carteles, buscaban transmitir la angustia y la necesidad de que los escuchen.